miércoles, 28 de diciembre de 2011

Una actitud orante de la Palabra de Dios es muy conveniente. Cuando oras sin ella le hablas a Dios, cuando la lees Dios te habla a ti. Por eso creo que debemos comenzar invocando al Espíritu Santo para procurar sus dones, su dirección, sus afluencias. Siempre invoco también a mi ángel custodio. Y le pido a Dios que aplaque en mi las resistencias y temores humanos ante Su voz. Luego, obedecer… aquí es que la cosa se pone interesante.

El rosario:

En el Rosario contemplamos a Jesús a través de los ojos de santa María. Hoy sábado es un buen día para hacerlo, con devoción y confianza. Virgen inmaculada, ruega por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las promesas de tu hijo, Dios, Señor y salvador Jesucristo.
La fe sin obras esta muerta. Lo mismo que la paciencia sin constancia, o la humildad sin justicia, o la mansedumbre sin astucia. No confundamos entonces a la fe con la inacción, o la paciencia con vagancia, o la humildad con cobardía, o a la mansedumbre con la idiotez. (…Hay que discernir, comenzando por mí. Invoquemos al Espíritu sus 7 dones.)