Porque abarca a los niños, adolescentes y jóvenes de las diversas edades a partir de los 10 años y hasta los 25 años en proceso grupal. Nos agrupamos por edades según las etapas evolutivas de nuestro desarrollo: niños, adolescentes, jóvenes. Esta división por etapas es sobre todo pedagógica y tiene el grado de desarrollo de cada uno. Con la palabra Juvenil no se pretende restringir el ámbito de acción sólo a esa etapa evolutiva del desarrollo humano, sino que se quiere adoptar las características propias de lo Joven, como elemento dinamizador del movimiento.
Incluye a los jóvenes que se consideran cristianos, al menos por estar bautizados y sintonizar con los valores del Evangelio, aunque en un primer momento los capten como sencillamente humanos más en como valores explícitamente evangélicos aunque no se excluye, en algunas actividades o encuentros a otros jóvenes que quieran participar. No se les exige en principio un grado de madurez cristiana; basta con que quieran ponerse en movimiento, en reflexión y acción en torno a esos valores para vivirlos y expresarlos.
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